La aportación de los tríos de pueblo o regionales (a lo largo de varias décadas) ha sido crucial para que las personas mantengan ese contacto directo con el género. La última vez que supe existían sobre 200 tríos en Puerto Rico, así que me atrevo a decir que en cada municipio debe haber uno, al menos, que aun cuando cante y toque de forma excepcional, no tiene una trayectoria profesional y con grabación de discos.

Estos son los tríos que cantan en la esquina del barrio cuando los vecinos se reúnen en camaradería y actitud de bohemia, que amenizan cumpleaños, bodas, aniversarios y otras actividades privadas, pero más pequeñas. Claro, esto no quiere decir que tríos de mayor posicionamiento y fama no participen en actividades de esta índole. Pero, sin duda, la contratación es más económica, precisamente porque no son tríos que se hayan dedicado a cantar profesionalmente.

Lo que no podemos, es menospreciar su talento y el amor genuino que sienten por lo que hacen. La mayoría de estas agrupaciones cuenta con músicos talentosos y que, de seguro, si tuvieran el apoyo y la oportunidad, podrían llegar muy lejos y desarrollar una carrera artística. En los campos de la isla, desde antes que existiera el estilo de cantar a tres voces, se podían encontrar músicos que le enseñaban a sus hijos a tocar instrumentos. Así pasaba generación tras generación el amor por la música y en casi todos los hogares había al menos un músico, cantante o trovador.

El mundo está lleno de seres humanos extremadamente talentosos en la música, deportes, ciencia, tecnología y otras áreas; pero que no han sido descubiertos y eso no significa que no sean igual de valiosos en el campo que les gustan trabajar. En esta y las pasadas épocas, siempre han existido personas que no cuentan con el poder adquisitivo para pagar taquillas de eventos artísticos donde se presentan los más grandes y famosos tríos o tan siquiera para comprar producciones discográficas. Es precisamente ahí, donde los tríos de pueblo o regionales como les llamo con el mayor respeto y admiración, han ayudado a llenar ese vacío para mantener vivo en el corazón de los puertorriqueños el amor por las canciones que han formado parte de la historia musical de este género.

Cuando era locutora y participaba en tarima como animadora de festivales de tríos, me daba mucha alegría que los productores añadieran estos tríos en la oferta musical. Asimismo, la elegancia con que los tríos más famosos los trataban también era en extremo valorado por estos músicos. De hecho, no sería absurdo pensar, que algunos de los integrantes de tríos famosos hayan comenzado en algún trío como estos. Recordemos que muy pocas veces en la vida se llega al estrellato del primer paso.