Mucho se discute (en mi opinión por lo bajo) la crisis que atraviesa el género del bolero en Puerto Rico, lo que ha provocado que algunos piensen que -en un futuro- va a desaparecer. Sin embargo desaparecer «literalmente», para mí, jamás sucederá cuando ha logrado mantenerse por décadas.

Si explicara los detalles de cada una de las razones que, en efecto, sí han llevado al género a un rezago (y no solo al bolero) el análisis sería mucho más extenso por la profundidad del tema. Pero lo importante es que comencemos a crear conciencia de la aportación que han realizado al género los compositores y artistas puertorriqueños a nivel local e internacional y el reconocimiento que nos ha valido a lo largo de la historia. Así que, asegurarnos de que siga vivo es responsabilidad de todos. Por supuesto, también debemos proteger y valorar la música jíbara puertorriqueña que ha dado importantes pasos, especialmente a nivel de legislación.

Algo que me queda claro, es que hay que precisar en qué aspectos está rezagado el género. Para mí, lo está a nivel de producción frecuente de espectáculos de alto nivel, pauta en los medios de comunicación (principalmente en televisión) y en cuanto a la grabación de nuevas producciones discográficas. Pero jamás el género se puede decir que está rezagado en cuanto a la aceptación del público y el trabajo constante de muchos de sus intérpretes por seguir activos.

Evidencia de ello, es la realización de actividades (hasta de forma continua) en comercios y hospederías, el que surgen nuevos tríos y el patrocinio probado de los seguidores de esta música que asisten a las fiestas, eventos o conciertos donde se presentan boleristas o tríos. De hecho, artistas que cantan boleros como Chucho Avellanet, José Feliciano, Danny Rivera y otros, siguen siendo los querendones de esta música y aún gozan de una buena exposición mediática.

Entiendo que para saber cómo enfrentar la realidad que atraviesa el género, nosotros somos los primeros que debemos ser realistas para poder analizar sin prejuicios el panorama completo. No es solamente conocer cuáles han sido las razones que han llevado esta música al rezago, porque ya lo dice el refrán que agua pasada no mueve molinos. Más bien hay que identificar qué oportunidades, aun dentro de esas circunstancias, podemos aprovechar para mantener rentable la oferta musical y, por ende, la actividad económica que se genera alrededor de ella. Porque ojo, si bien es cierto que la crisis económica es un obstáculo, tampoco se trata de regalar el talento y trabajo que tanto ha costado.

Pero por aquello de repasar algunas de las realidades que han impactado al género, puedo destacar las siguientes:

  • El que se haya etiquetado al bolero como música del ayer o de viejos dando por sentado que no gustaría a las nuevas generaciones
  • El que Puerto Rico sea atractivo para promocionar de forma exitosa otros géneros porque sirve de trampolín hacia a otros mercados
  • La piratería
  • La ausencia de continuidad en el lanzamiento de nuevos intérpretes
  • La falta de un pase de batón generacional en términos de productores de eventos artísticos así como de radio y televisión
  • El aumento en producciones enlatadas y los intereses económicos de los medios de comunicación
  • La ausencia de casas productoras
  • La crisis económica
  • Los adelantos tecnológicos y la transformación social
  • Y entre otros aspectos, por qué no decirlo, la falta de un plan concreto y estratégico para defenderlo

Ya ven por qué desmenuzar cada una de las razones sería un poco más complejo. Diseñar un plan de acción para atender este asunto, requiere que entendamos el por qué hace falta diseñarlo y qué queremos lograr con el mismo. Los músicos, compositores, artistas, musicólogos, asociaciones relacionadas y amantes del bolero debemos trabajar juntos diversas estrategias que redunden en una mayor promoción de esta bella música en las diferentes plataformas públicas. Pero soy de las que piensa que también hace falta el apoyo (crucial) de una medida legislativa. Estoy segura que muchas cosas buenas se pueden lograr si pensamos en levantar el género de forma colectiva.

En la segunda parte de esta serie de escritos, voy a detenerme a explicar un poco por qué es importante que separemos la discusión del rezago del bolero versus el de los tríos.