Antes de entrar en el tema, aclaro que este es el segundo de una serie de escritos que publicaré, relacionados a la situación del género del bolero y los tríos en Puerto Rico y mi opinión sobre cómo podemos ayudar a cambiar ese panorama. De modo que, si no has leído la primera parte, te invito hacerlo antes de continuar con esta lectura para que puedas seguir mi línea de pensamiento más fácilmente.

La pasada semana les adelanté que hablaría un poco sobre la importancia de separar el rezago del género versus el rezago de los tríos en la isla aun cuando están relacionados.  Debemos entender que cuando se habla de música de tríos, no significa que es una agrupación musical que interpreta boleros únicamente. Decir «música de tríos» es referirse a las canciones que interpreta una agrupación al estilo creado por Los Panchos de cantar a tres voces y tres guitarras; pero que no se limitan exclusivamente al género del bolero.  

Todos sabemos que los tríos cantan de forma magistral danzas, guajiras, tangos, rancheras y otros géneros. Asimismo, lo hacen solistas de múltiples nacionalidades que han sido o son famosos por, precisamente, dedicarse a la interpretación de boleros. Por eso, soy cuidadosa a la hora de tratar este asunto ya que es incorrecto formular que, si desapareciera el género del bolero por consiguiente también lo harán los tríos. Sin embargo, es cierto que ambos pasan por una etapa complicada y es responsabilidad de todos salvaguardar tanto la permanencia del género como de los tríos.

Ahora bien, no podemos negar que la correlación (trío es igual a bolero) es totalmente comprensible porque los tríos lo adoptaron con gran y continuo éxito. Los Panchos, Los Tres Reyes y otros primerísimos tríos alrededor del mundo supieron (y aún saben) cómo cautivar con sus voces, arreglos y estilos particulares para inmortalizar hermosas composiciones. Por ello, a lo largo de la historia, han sido fuente de inspiración para que todavía hoy, sigan surgiendo tríos en Puerto Rico, España, México, Colombia, Costa Rica, Ecuador y muchos otros países. 

Entendiendo este punto, podemos comenzar a definir los esfuerzos que se pueden llevar a cabo para defender el género y también a los tríos. No será fácil ni tampoco sucederá de la noche a la mañana, pero no debería ser una opción quedarse sin hacer nada. Hace muchos años un amigo corredor de bienes raíces me dijo: «fallarás todas aquellas que no intentes» y, desde entonces, comprendí que ciertamente fracasamos desde el momento en que no hacemos algo para tratar de cambiar las circunstancias de las cuales nos quejamos.

Además, esto no es una situación reciente ni tampoco es exclusiva de Puerto Rico. Por ejemplo, el reconocido musicólogo de Gran Canaria Maxi Rodríguez, en reacción a mi pasado escrito explicó que en España se está luchando hace mucho tiempo para promover el bolero como bien cultural de la UNESCO. Eso mis queridos amigos son palabras mayores y estoy segura de que no se darán por vencidos. Les exhorto a que lean en la parte de comentarios lo que explicó sobre el asunto porque ofrece más detalles. Pero lo que quiero resaltar es que no estamos luchando solos por defender el género del bolero, sino que a nivel internacional hay países haciendo lo propio.

Sin duda la actitud positiva es vital y la unidad de propósito también. Para mí se hace urgente la formación de un grupo de trabajo que represente a los tríos, músicos, compositores y seguidores. Son dos objetivos unidos en una misma lucha ya que defendiendo al bolero protegemos a los tríos como agrupación protagónica en la interpretación del mismo, aunque canten otros géneros. De igual manera defendiendo a los tríos protegemos al género como parte esencial en el repertorio musical de los tríos.  Recordemos que ambos fueron parte importante en una época crucial de nuestro desarrollo histórico. Por tal razón hay que conseguir que se reconozcan y garanticen bajo el amparo de alguna ley que aluda a su valor cultural para los puertorriqueños.

En la tercera parte de esta serie de publicaciones hablaré, entre otras cosas, de lo que considero debería incluir la agenda de trabajo (del grupo que sugiero) para que de forma estratégica y organizada pueda establecer lazos de comunicación efectivos con el Gobierno, la Rama Legislativa y otros sectores económicos en Puerto Rico.