El 2 de noviembre publiqué en mis redes sociales unas décimas que titulé Regreso a mi Borinquen, inspiradas en la nostalgia que solo entenderán los que hemos tenido la experiencia de vivir lejos de la patria. Porque no importa las razones que nos lleven a relocalizarnos, siempre vamos a amarla y llevarla en el corazón. Al menos en mi caso ha sido así y por eso siempre les decía que la patria vivía en mí, aunque yo no viviera en mi patria.  Lo que eres, tu esencia, te acompañará siempre porque es parte de ti. 

El canto del coquí es una de las cosas que más extraño y como jíbara de campo, del barrio Los Pollos de Patillas, pues imagínense cuánto se acostumbra uno a eso. Pero el suceso que me llevó a escribir las  décimas y destacar al coquí, ocurrió durante una entrevista que estaba realizando al Dúo Voces.

Mientras conversaba con Ramón e Iván, de fondo se escuchaba fuerte el canto de un coquí que conforme pasaban los minutos se adentraba más en mi corazón. Al punto, que tuve que interrumpir la entrevista para expresarles lo que significaba para mí, oír cantar al coquí luego de casi tres años. Extrañaba escucharlo y cuando tuve la oportunidad, a través del teléfono, me invadió un sentimiento que es un poco difícil de describir, pero sin duda apelaba al amor patrio. Al día siguiente compuse las décimas que muchos de ustedes leyeron en mi página personal y que fueron compartidas por algunos. 

El asunto es que cuando escribí las décimas no había contemplado la posibilidad de regresar a la isla. No obstante, se fueron dando varias circunstancias que me motivaron a tomar una importante decisión. Por eso les comparto, oficialmente, que en enero regresaré a la isla para (entre otras cosas) darme la oportunidad de desarrollar nuevas iniciativas a través del blog y seguir ayudando al género del bolero y la música de tríos en Puerto Rico.  

Sé que será una experiencia edificadora pero también de mucho reto a nivel personal.  Sin embargo, el cariño y respaldo de los artistas, músicos, seguidores y amantes del género, me dan fuerzas para intentar hacer más y dejar mi granito de arena. Como le he comentado a algunos, quiero que me hija aprenda con mi ejemplo, que luchar para alcanzar las metas requiere en muchas ocasiones sacrificios y salir de la zona de confort.   Les confieso que jamás hubiera imaginado que aquellas décimas se harían realidad pero así son los misterios de la vida y los designios de Dios.

Buscaré desempeñarme de nuevo en el campo de las comunicaciones y como profesional dar lo mejor de mí. Asimismo, como autora del único medio dedicado a promover y dar a conocer el maravilloso ambiente musical del bolero y los tríos, aportar positivamente.  Como ya les había adelantado, tengo pendiente una reunión con el Hon. Guillermo Miranda Rivera, presidente de la Comisión de Educación, Arte y Cultura de la Cámara de Representantes de PR y ahora podré atender este y otros asuntos de forma presencial.

Bueno, volviendo a las décimas, no sé si se hará realidad la parte de que mis hermanos me tengan lechón asado, pero lo que sí puedo decir con alegría es que… Puerto Rico, ¡allá nos vemos! 

Regreso a mi Borinquen

Yo soy un puertorriqueño
que lejos de su terruño,
supo hacer fuerte su puño
y también perder el sueño.
Así logré con empeño
cada meta que trazaba.
Pero algo a mí me afectaba
y estrujaba fuerte el pecho,
no pude negar el hecho,
que Borinquen me faltaba.

Ya quiero poder disfrutar
las notas de mi coquí.
Pues desde que estoy aquí
ya no es el mismo despertar.
Porque yo extraño su cantar
cuando el silencio entorpece.
La nostalgia recrudece
y añoro el campo sagrado
donde el coquí con agrado
la noche oscura embellece.

Y quisiera dejar claro
que estoy muy agradecido.
Y aunque triunfar he podido
me sigo sintiendo raro.
Y ya acepto sin reparo
que soy jíbaro probado.
Por eso ya he confirmado
Que regreso a mi Borinquen
que mis hermanos se afinquen,
pues quiero lechón asado.

Un boricua donde quiera
demostrará su talento.
Pero aun vaya a paso lento
y todo lo consiguiera,
ver su bandera quisiera
y de ausencia no sufrir.
Por eso me debo ir
a mi suelo Borincano,
porque no hay duda mi hermano
que yo allí, quiero morir