Una de mis metas con este blog, no solo es publicar lo que sé o pienso sobre el mundo de los tríos y boleros, así como las entrevistas. También deseo discutir otros aspectos que aportan al mundo de la música y tienen suma importancia. Por eso, he querido buscar información, entrevistar y aprender sobre la lutería en Puerto Rico. Sin duda, es un mundo demasiado interesante y mucho más profundo de lo que yo pueda detallar a través de este escrito.
Por eso, este será el primero de varios escritos sobre el tema, en el que aprovecharé para incluir entrevistas a lutieres de Puerto Rico. Trataré de plasmar de forma básica lo que es la esencia de este maravilloso arte a través del primer entrevistado sobre el tema. Me refiero a Rafael Avilés Vázquez.
Por definición, la palabra luthería o lutería se refiere a la construcción de instrumentos musicales de cuerda. Su origen es francés, pero muchos hispanohablantes también usan el término laudero. Un lutier también repara esta clase de instrumentos y en la isla es un trabajo que, según me indicó Rafael Avilés ha tomado auge. De hecho, he encontrado que hay muchos músicos y cantantes de tríos incursionando en la lutería.
Hay muchos detalles que se deben considerar sobre el tipo o la calidad de la madera a la hora de construir un instrumento de cuerdas. El maestro Rafael Avilés explicó que la lutería involucra aspectos más allá de dominar el arte de trabajar con la madera. Por ejemplo, mencionó que se debe conocer algo de física, sonido, música, historia, taxonomía botánica, dasonomía y hasta un poco, la importancia de observar los cambios de la luna para los cortes de la madera.
«Hay que estudiar el terreno, ver que haya menos de un cincuenta por ciento de humedad, que el árbol se haya desarrollado en un lugar donde la iluminación no es exageradamente pronunciada porque el árbol necesita un tiempo de reposo, igual que nosotros», explicó el ex profesor de la UPR que estuvo doce años enseñando en el Taller de Bellos Oficios.
El experimentado lutier también explicó que en la isla hay mucha sal en el terreno y eso hace que la madera para instrumentos musicales no sean las adecuadas porque son malas para poder afinar los mismos. Por eso dijo que también usa madera del exterior como de Indonesia y la India. Aunque esto no quiere decir que no se ideó una estrategia para usar las de PR.
«Para nuestras maderas, yo desarrollé un sistema que me tomé aproximadamente veinte años en desarrollarlo, para preparar la madera, desintoxicarlas, sacarle la sal. La construcción de los instrumentos que estoy haciendo son tipo clásicos; utilizando la misma técnica del violín, no hay nada cortado todo es doblado. Los instrumentos musicales nuestros, tradicionalmente, se hacen de una pieza. Pero estos son malísimos porque no resisten cambios de temperatura drástica y se rompen. Esto se debe a que la madera se reseca aceleradamente y se rompe. Por ejemplo, el instrumento sale de aquí a ochenta y cinco por ciento de humedad, y llega al lugar donde van a estudiar o trabajar; y el instrumento va y recibe humedad por debajo de la humedad que llevan de acá y se rompe», señaló Avilés y añadió que para afinar las maderas necesitamos que el grano sea absolutamente tenso.
Avilés, que ahora se dedica a la construcción del cuatro, entiende que el cuatro no necesariamente tiene que ser de una pieza. Sobre esto nos dijo que, «Mis estudiantes aprenden a construir el cuatro doblado. El cuatro doblando la madera es bien difícil y hay que construir unas trenzas especiales para poder doblar la madera sin que se rompa. Hay que afinar esas maderas que queden a un grueso de menos de un octavo de pulgada y el grano tiene que quedar absolutamente perpendicular al plano de cada pieza que se utiliza. Siempre procuré prepararme bien en esta área que es la que me interesaba porque yo soy bien cuidado en lo que hago».
Don Rafael, que comenzó la construcción de instrumentos musicales desde los siete años de edad, resaltó que un ingeniero hizo una aportación importante a su trabajo ya que le ayudó a determinar el tamaño del hueco de resonancia del cuatro. «El me ayudó a sacar la ecuación y consiguió las dimensiones exactas que debe tener ese hueco para que cuando el sonido se produzca, salga a una velocidad que le permita alcanzar una distancia considerable y que suene fuerte sin que pierda su consonancia. La consonancia es eso que hace que la música sea dulce», detalló.
Según indicó Avilés, la única escuela de Lutería que hay al presente, es una creada por el municipio de Trujillo Alto donde, de hecho, también enseña además de su Taller Rabíquez en Carolina. Durante nuestra amena entrevista, pude notar que para este lutier es imperativo documentar lo que hace porque desea difundir técnicas de fabricación que satisfagan las exigencias de los músicos y que, a su vez, sean resistentes a los diferentes climas o ambientes.
Cabe destacar que en Estados Unido su trabajo es muy conocido y entre los músicos internacionales que tienen instrumentos de su Taller se encuentran Iván Rijos, Carlos Quirós y hasta Sting se llevó una bordonúa en su visita al taller en el 1993 y luego le refirió otros músicos. Asimismo, el Museo Smithsonian tiene expuesta una colección de sus instrumentos. «El Museo Smithsonian me llevaba todos los años hacerle una exposición y actualmente ellos me compraron todos los instrumentos de la “Orquesta Jíbara” y ellos hacen la exposición. La Orquesta Jíbara, se compone de los instrumentos cuatro, tiple y bordonúa», explicó quien viajó en varias ocasiones a Alemania como luthier invitado a través de Turismo.
Además de ser reconocido por su trabajo y talento, la historia de superación de don Rafael también es digna de admirar porque no tuvo gratas experiencias en la escuela cuando era un niño. «A mí me botaron de cuarto grado de la escuela porque tengo un problema de dislexia. Yo soy disléxico y en la escuela, cuando yo estudiaba, no se conocía nada de eso. Yo vine a poder estudiar cuando fui al ejército. Luego cogí los exámenes libres los pasé y me fui para la Universidad. Hice par de bachilleratos en Educación y luego cursos de maestría en historia», rememoró finalmente el lutier y agradeció con humildad la oportunidad de ser entrevistado para el blog.